"El Tarot, más que predecir el futuro, sirve para crearlo" (Carl.G.Jung)

domingo, enero 29

Un arte sagrado y milenario

En lo más profundo de nuestro ser, todos los seres humanos poseemos un cofre cerrado, un arca que resguarda los más trascendentes secretos. La verdad del mundo, de la existencia y los más recónditos misterios sobre nosotros mismos, se pueden encontrar en este apartado lugar. A lo largo de la vida, cada uno de nosotros tiene la misión de descifrar su propio código, de buscar la combinación exacta para abrir el candado de nuestro cofre. Nosotros mismos, y solamente nosotros, podemos abrir esta puerta hacia lo más sagrado: ni siquiera Dios entra allí sin que antes le demos nuestro consentimiento. Esta verdad anterior no es más que la voluntad de Dios sobre nuestro destino. Pero como todo lo realmente verdadero, como todo lo que realmente importa y da sentido a la vida, este misterioso secreto no se puede encontrar en el mundo material y externo de nuestro ser. Está dentro de nosotros, en nuestro espíritu, en nuestro corazón, es alimentado por el alma y nutrido por la esperanza y los sueños de alcanzar la plenitud, la armonía superior, la sabiduría cósmica. Y es el Tarot uno de los caminos que podemos seguir para descifrar este secreto sagrado. A cambio, tan sólo nos pide que seamos lo suficientemente tenaces y valientes para descubrir esta realidad y aceptarla, sin engañarnos, sin rechazarla, sin sentir miedo ante ella. Es, en definitva, el camino hacia el autoconocimiento y la aceptación. El Tarot es una práctica con una larga historia, una forma de comenzar a transitar un camino iniciático, destinado a la comprensión de uno mismo. El Tarot siempre habla; incluso quien no es un iniciado puede ver a poco de comenzada su primera consulta con las cartas, que la baraja posee una sabiduría increíble que se deja vislumbrar. (Extraído de "Manual práctico de Tarot" - Rosa Kovacs).

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